Terrarios

Tener plantas en casa, más allá de añadir frescura y armonía a los espacios, trae una serie de beneficios para la salud en general, desde ayudar a mantener niveles de humedad adecuados y favorecer la oxigenación hasta fomentar la relajación.

Sin embargo, no en todos los domicilios se puede contar con un jardín, pues hay espacios y estructuras no diseñados para ello como los departamentos. Ahora, esto no implica que se deba descartar totalmente la posibilidad de darle un toque verde a tu hogar.

Los terrarios representan la opción más adecuada y práctica de tener tu propio mini jardín. Se trata de pequeños invernaderos realizados en recipientes de reducido tamaño donde se recrean las condiciones adecuadas para hacer crecer plantas cuyo mantenimiento es muy sencillo.

Cómo debe ser un terrario

Estos pequeños jardines son realizados generalmente en envases de vidrio, aunque pueden encontrarse variedades de madera, cristal o plástico. Lo característico es contar con transparencias para la suficiente entrada de luz, por ello son muy usadas las botellas vacías, armazones de peceras, copas e incluso bombillas. Es importante que sea un contenedor con suficiente profundidad para permitir el crecimiento de las raíces.

Por otro lado, la cantidad de formas y estilos que pueden tener los terrarios es infinita, es posible jugar con los elementos a gusto, haciéndolos perfectos para cualquier tipo de decoración. Los ambientes básicos que pueden recrearse en sus pequeñas dimensiones son los desérticos, acuáticos, boscosos y tropicales.

En esencia, su composición cuenta con los siguientes elementos:

  • Tierra, la cual ha de ser ligera y de buen drenaje.
  • Piedritas o gravillas, para facilitar el flujo del agua.
  • Musgo o turba, usados para la fertilización así como para ayudar con la absorción de cualquier exceso de agua.
  • Carbón activo, necesario para los casos donde el recipiente no tenga un agujero en la base para drenaje. Es excelente para mantener la humedad.

¿Qué plantas son adecuadas para un terrario?

Un terrario puede resultar adecuado para una amplia variedad de cultivos, de hecho, en un mismo recipiente pueden colocarse varios de ellos. Sin embargo, la recomendación es que sean plantas con características y necesidades de crecimiento similares.

Siendo así, es fundamental tener claro el tipo de clima y ambiente tendrá el pequeño jardín en su interior, lo más común es optar por mini entornos desérticos aptos para plantas que requieren baja humedad y sobreviven bastante bien en altas temperaturas como los cactus, crasas y plantas suculentas.

En estos casos, los terrarios son de tipo abierto, garantizando la evaporación del agua. En contraparte, están los ambientes tropicales que ameritan máxima humedad en el entorno, por lo cual se mantienen cerrados. Así, permiten el crecimiento de orquídeas, líquenes, helechos y una mayor variedad de especies.

Independientemente del tipo de planta, es fundamental mantener una proporción entre el envase y el tamaño del cultivo, si este crece mucho y roza las paredes del recipiente, se fomenta la aparición de hongos.

Los cuidados del terrario

Sea cual sea el tipo de planta escogido, los terrarios son de un mantenimiento sencillo, sus características hacen que se conserven sin necesidad de muchas intervenciones. Referente al riego, los climas tropicales lo necesitan cada dos semanas, mientras que los desérticos requerirán agua una vez al mes. Sin embargo, es posible darse cuenta de la necesidad del vital líquido al observar los bordes secos.

Por otro lado, estos mini jardines deben conservarse en interiores pues al estar en recipientes vidrio si se exponen mucho al Sol se calentarán demasiado, secando la planta. Asimismo, será necesario retirar aquellas ramas secas o enfermas cada cierto tiempo.

Aun así, se presentan como alternativas excelentes para quienes tengan los ritmos de vida más ocupados.

Perfil del Autor

Jedi Wagner
Jedi Wagner
Especializada en venta online, sobre todo en el sector de decoración.
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